miércoles, agosto 17, 2005

EL CHIVO CICLISTA

A todos nos pasa… cuando aprendemos a andar en bicicleta, quizás no tan chistoso como al chivo ciclista, obra artística del héroe de los nińos en los ańos 50´s Francisco Gabilondo Soler “Cri-Cri” originario de Orizaba Veracruz, que vivió toda su infancia en una casa cercana al centro de esta ciudad, mi ciudad y como mi amigo José cuando me preguntan si soy de Orizaba -les corrigo- No, yo no soy de Orizaba, Orizaba es mió.

Bueno en una de mis memorias confusas y borrosas, las cuales titulare “mis recuerdos perdidos”, recuerdo mi primer bicicleta y como aprendí a andar en ella, no recuerdo la marca solo recuerdo que era plateada (cromada es el termino exacto) era de esas bicicletas que con jalas el pedal hacia atrás frenas y que por su puesto a mi y a mi hermano Richard nos quedaba grande; recuerdo que cuando apenas estábamos aprendiendo aun no pavimentaban algunas calles de por mi casa así que esto hacia aun mas difícil la tarea de aprender a andar en bicicleta, como ya mencione antes en vista de que la bicicleta me quedaba alta lo no nos podíamos detener durante el trayecto, la única forma en la que podíamos detenernos era estrellándonos contra la banqueta o en el mejor de los casos brincar de la bicicleta a la banqueta ya que nos quedaba cerca o en algunas circunstancias mi hermano corría tras de mi o yo tras el (casi no lo hacia, la gandallez del hermano mayor se hacia presente) para detenernos y evitar así algún accidente lamentable generado por la caída de la bicicleta. En fin recuerdo que fue mi tía Mari quien nos enseńo a rolar en la bicicleta, no se de donde saco la paciencia o es que acaso nosotros aprendimos a andar en bicicleta rápido, pero a ella le atribuyo el habernos enseńado a andar en bicicleta.

Bueno el caso es que perdí mi bicicleta cuando un día después de andar como por aproximadamente 1 hora dejaba la bicicleta en la banqueta afuera de mi casa y entraba corriendo a tomar agua, ya tenia bien montada esa jugada no me tardaba ni 2 minutos en todo el proceso (para no perder el calentamiento del ejercicio) bueno fue durante una ocasión en la que deje la bicicleta afuera de mi casa como de costumbre para tomar agua y juro que no tarde ni un minuto en salir (checan la contradicción el tiempo aprox. Era de 2 min.) pero en serio que si no tarde ni un minuto en salir y mi bicicleta había desaparecido obvio al principio creí que mi hermano la había tomado para andar en ella, pero mi sorpresa fue mayúscula al notar que el venia bajando las escaleras, bueno pues en un principio les atribuí el hecho a una famosa banda de Orizaba que se juntaba a 3 cuadras de mi casa que se llaman “los Arturos” o “los Arturitos” (se llaman así en honor a su líder Arturo un chavo que es medio cojo pero buena onda nada que ver con sus súbditos) pero el chiste es que ese fue el destino de mi primer bicicleta, la reacción de mi padre no fue la que esperaba (una regańada horrible que tal vez deribaria en un castigo ejemplar para mis 7 ańos de vida) todo lo contrario, lo tomo con tranquilidad y naturalidad que hasta me hicieron desconfiar pero al fin y al cabo comprendió que no fue culpa mía -en parte- pero paso tiempo hasta que me comprara la sustituta adecuada a esa bicicleta.

Tiempo después también tuve otra bicicleta de la marca vagabundo que eran especiales y diferentes y la forma era fuera de lo ordinario ya que contaba con una rueda (generalmente la trasera) mas grande que la delantera y tenia salpicaduras y un asiento muy largo con respaldo en el que podían viajar dos personas y contaba con un manubleo (asi se le llama al “volante de las bicicletas) bueno esta bicicleta es muy especial ya que –de haber tenido novia a los 10 ańos- pude haber llevado a una chica en la parte trasera de mi bici, pero bueno como eso no paso solo me conformo con saber que mi bici esta arrumbada por ahí, en la mejor de sus suertes, ya que mi papa pudo haberla tirado o regalado. Pero bueno siempre he tenido una bicicleta, y la ultima también me la robaron, bueno, se la robaron a mi hermano Roberto aquí en Puebla, afuera del departamento donde vivimos, a quien se le ocurre dejarla afuera de tu casa como si estuvieras en Orizaba? Bueno en Orizaba paso lo mismo…

Es por eso que esta canción me recuerda algunas de esas aventuras cuando aprendí a andar en bicicleta, de todos modos a todos nos pasa no?



EL CHIVO CICLISTA

Era un chivo en bicicleta
Sin saber andar
Contra la banqueta
El manubrio fue a clavar.
?Que se cae, que se cae, que se cae, que se caeeeee!
Todo es cuestión de practicar.

Iba el chivo Piocha
En bicicleta de alquiler:
?Qué valor derrocha
En sus ansias de aprender!
?Que se cae, que se cae, que se cae, que se caeeeee!
Como treinta jarrones fue a romper.

Quiebre usted el manubrio
Pa´ poderse sostener...
Pero el chivo se hizo bolas
Sin saber qué hacer.
?Que se cae, que se cae, que se cae, que se caeeeee!
Hacia el piso nunca hay que ver.

Y por fin el chivo
Ser ciclista consiguió;
Más su larga barba
En las ruedas se atoró.
?Que se cae, que se cae, que se cae, que se caeeeee!
Contra un gendarme retachó.