Otro Artuculo muy interesante.
Este articulo es tomado de la revista mexicana de comunicación;
Durante más de medio siglo, la historieta -o comic, como ahora se le conoce- "ha gobernado en silencio los hábitos culturales de millones de mexicanos". En la historieta el analfabetismo funcional encuentra su principal sostén, pero también, de acuerdo a incipientes investigaciones, modula conductas, visiones de la vida, sueńos y quizá respuestas políticas en un sector de la sociedad que todavía no ha sido bien medido y menos estudiado.
La industria de la historieta mexicana o el floreciente negocio de las emociones
Adriana Malvido
Tomado de: Revista Mexicana de Comunicación. Septiembre – Octubre 1989.Durante más de medio siglo, la historieta -o comic, como ahora se le conoce- "ha gobernado en silencio los hábitos culturales de millones de mexicanos". En la historieta el analfabetismo funcional encuentra su principal sostén, pero también, de acuerdo a incipientes investigaciones, modula conductas, visiones de la vida, sueńos y quizá respuestas políticas en un sector de la sociedad que todavía no ha sido bien medido y menos estudiado.
La Historieta, medio impreso de comunicación masiva por excelencia, se nos revela, a partir de la lectura de los textos de Adriana Malvido y Teresa Martínez, como un instrumento de penetración que rebasa todos los lugares comunes, y que seguramente tiene una capacidad de movilización semejante -o complementaria- a la que el proyecto de la televisión privada ha instrumentado en nuestro país. Y como su contraparte electrónico, el comic es ya también una industria que rebasa nuestras fronteras. Los textos de Adriana Malvido y Teresa Martínez corresponden a un libro colectivo de ensayos que el Museo Nacional de Culturas Populares de la SEP proyecta editar a partir de la exposición Puros Cuentos!
Durante los últimos cincuenta ańos y de manera silenciosa la historieta en México ha fungido no sólo como el principal vehículo de lectura de millones de mexicanos sino que se ha convertido en el mayor negocio de las emociones dentro del mundo de la letra y la imagen impresas.
México es el mayor productor y consumidor -por habitante de historietas en todo el mundo. Repartidas por todo el país, desde los kioskos citadinos hasta los pueblos más escondidos, circulan alrededor de 40 millones de ejemplares de historietas nuevas cada mes, incluídos títulos que rebasan el millón de ejemplares semanales. Pero el alto tiraje de las historietas en nuestro país no lo dice todo. La penetración es mayor afán si tomamos en cuenta que cada ejemplar es leído, en promedio, por cinco personas (como mínimo), es decir que cada 30 días ese gran volumen de publicaciones tendrá aproximadamente 200 millones de lecturas debido a un importante mercado paralelo, a las "rentas" e Intercambios que se dan entre lectores habituales, al reciclaje de historietas a través de peluquerías, centros de trabajo y lugares de reunión.
El papel de la historieta en la vida cotidiana, la economía y los hábitos culturales de nuestro país requiere, desde hace mucho tiempo, de mayor atención y análisis porque si bien la televisión ha ganado gran terreno entre el público, la historieta sigue siendo, para muchos, el único alimento cultural y de esparcimiento al que tienen acceso. Esto lo prueba el hecho de que representa el 80 por ciento de publicaciones periódicas que se editan en el país y que mantienen la capacidad de lectura de un 61 por ciento de la población que cubren los analfabetos funcionales.
En cuanto a su importancia económica, la Asociación de Editores, Distribuidores e Impresores de Publicaciones Periódicas proporciona un dato importante: "El supervit de estas revistas hace posible el equilibrio de nuestro balance editorial en México que en libros es deficitario."
La historieta pues, no es sólo ese mundo de aventuras, romances, fantasías, violencia y melodrama que aparece en las vińetas sino que su fuerza se extiende a otros ámbitos. Lo que sí es claro es que no sólo se trata de un medio de "entretenimiento". Es un medio que durante ańos ha funcionado como opción ante la escasez de lugares de esparcimiento y recreación, que resulta más económico que los libros y principalmente, que se ha convertido en un hábito no sólo de los nińos como falsamente se cree, sino en de adultos para quienes entre otras cosas, la historieta llena tiempos de ocio obligado en el metro, en el autobús, en el descanso.Pero la historieta también abarca otro tipo de lectores cuyas labores les permiten leerla: el velador, el voceador, el vendedor que tiene su puesto en la banqueta en espera de un transeúnte, el peluquero, el boleador... la mujer ama de casa insatisfecha que busca un desahogo en los rosas romances o en las amargas lágrimas que le brindan las novelas ilustradas; el trabajador que encuentra en las aventuras o en el héroe superdotado, las emociones que no le proporciona su entorno. O el nińo que leer a un Archi o un Rico Ricardo en el que difícilmente podría reconocerse. O el obrero que se desplaza en el Metro durante tres o cuatro horas diarias. Todos ellos son lectores intensivos de historieta.
żCómo explicarse que de 406 publicaciones semanales que circulaban en 1985, 284 y a veces hasta 300 lo eran historietas -y dudamos que a la fecha esta proporción haya variado significativamente-; żcómo explicarse que Kalimán llegó a tirar 2 millones de ejemplares semanales o que el Libro Vaquero o el Libro Policiaco rebasen hoy en día el millón y medio en ese lapso?
Para poder entender este fenómeno cultural hay que acercarse a el desprejuiciadamente. La mayoría de las opiniones que se vierten sobre la historieta se refieren al pobre contenido que ‚estas ofrecen, a la "enajenación que producen", pero se trata de calificativos dictados apriori. Habría que preguntarse: ¨por qué‚ estos contenidos? żDe dónde y de quiénes vienen? ¨Por qué‚ se leen tanto?. Para responder a estas preguntas no basta con análisis de contenido o estudios semiológicos sino que es necesaria la intervención de varias disciplinas: la sociología, la comunicación, la historia del arte.... pero desafortunadamente la historieta ha sido más bien un medio despreciado, ausente- a pesar de su enorme relevancia cultural-, en programas universitarios y planes de estudio y repudiado en el medio intelectual como "subliteratura", error que equivale a descalificar a la televisión a partir de "El Chavo del 8" o al cine a partir de "Picardía Mexicana".
Para entender a la historieta hay que tomar en cuenta que no se trata de un fenómeno aislado sino inmerso en una industria cultural que a partir del desarrollo justamente de las sociedades industriales capitalistas ha puesto sus reglas del juego.
żQué‚ supone la idea de "industria cultural"? Supone ya no "obras" sino "productos", supone "producción en serie" y no "Creación", supone que toda aquella manifestación o expresión cultural que no revista la forma de mercancía ser cada vez más marginada.
En la industria cultural el emisor y el receptor requieren de un intermediario, en este caso de un distribuidor que lleve el producto de la cultura industrializada al público. Este distribuidor, que en términos de comunicación se llamaría "canal", ya no es un intermediario neutral sino que tiene sus propios intereses, generalmente económicos, y eso determinar que‚ productos hace llegar al público y cuales quedan descartados. El público, por su parte puede ser visto ya sea como objeto de mercado o como objeto de opinión. Esta idea de historieta como "producto" -sin tomar en cuenta las demostradas y ricas posibilidades expresivas, experimentales, políticas y hasta didácticas del medio- supone también la uniformación de mensajes, a cambios que sólo se dan a favor de la lógica del mercado, la masificación de contenidos, las reiteraciones visuales, estereotipos, trivialización cultural y la conversión del receptor en un simple y pasivo consumidor.
No por ser "industrial" la historieta esta condenada a pobres contenidos, pero veremos más adelante cómo la manera en que produce la industria mexicana hace que esto sea así.
En este sentido y como parte del mecanismo industrial, esta el apropiamiento del lenguaje popular por parte de la industria para devolverlo resignificado al lector. Y los "creadores" en la industria cultural? Trabajan sujetos a las reglas del mercado y a un manual en el que se especifica el por ciento de sexo, violencia o amor que debe contener su "producto". Generalmente trabajan sin estímulos creativos ni económicos y como diría un historietista "por kilo, a destajo". El guionista y el dibujante ya no son para los editores personas creativas sino parte de un engranaje más dentro de toda la maquinaria destinada a satisfacer el mercado.
Otra característica de la industria cultural que en México es propia tanto de la televisión como de la radio y también de la historieta, es los parámetros con los que se mide el "Exito" de un producto masivo. Para quienes ven en esta una mercancía solamente, el parámetro ser la venta o el "rating" según su caso. Entonces se supondría que el producto que no tenga resultados económicos benéficos a corto plazo deber ser suspendido, y mientras suceda lo contrario ser porque "estamos dando al público lo que le gusta, lo que pide."
En este sentido cabe preguntarse żes en realidad el productor quien se adapta a un gusto general del público? żexiste verdaderamente un gusto homogéneo o se trata más bien de un mecanismo de repetición mediante el cual se crean receptores casi adictos a cierto tipo de mensajes?. En el caso de la historieta żquién es el emisor: el argumentista y el dibujante o el editor dueńo de la empresa al que responden los primeros? A quién pertenece el personaje de la historieta legalmente? En México esto se complica aún más si tomamos en cuenta que para la elaboración de una sola vińeta intervienen además de un argumentista, el dibujante "cabeza" o trazador, el fondista o escenógrafo, el entintador o colorista y el letrista. Todas estas preguntas y muchas más se desprenden de la idea de la historieta como producto industrializado.
Para ver quiénes conforman la industria de la historieta mexicana y cómo funciona ésta es necesario mencionar, aunque sea resumidamente, sus antecedentes. Sobre los orígenes de la historieta hay distintas teorías que van desde quienes afirman que fueron nuestros antepasados prehispánicos los que iniciaron la práctica de este género en sus códices, hasta quienes postulan que en realidad surgió a fines del siglo pasado ya como un medio de difusión masiva que nace y se distribuye gracias al periodismo durante la era de plenitud del capitalismo industrial para después desprenderse de los diarios y convertirse en comic-books.
Lo cierto es que en México el origen de la historieta como tal está enmarcado en la publicidad y fue parida como una idea comercial. Todas las versiones del inicio de nuestra historieta coinciden en que ésta empieza a germinarse cuando la cigarrera "El Buen Tono" decide incertar en cada cajetilla desde 1880 "Historia de una mujer", serie de 102 litografías ejecutadas por un pintor catalán de nombre Eusebio Planas. Cuando ya la caricatura política tiene una historia por detrás, "Historia de una mujer" aparece como lo más cercano al lenguaje de la historieta y al igual que las tiras espańolas y francesas de la ‚poca, se trata de una serie de vińetas ilustradas en las que, dado que aún no aparecía el "globo", el texto queda insertado en la parte inferior del encuadre otra similitud con la historieta es que el lector recibe cada capítulo como una novela por entregas.
La tabacalera se dio cuenta del éxito comercial que tenían sus cigarros gracias a la inserción de una narración ilustrada y 22 ańos después publica de igual forma otro título cuyo protagonista es "Ranilla", un fumador que pronto se convierte en el primer personaje de la historieta mexicana y cuyas aventuras llegan al lector con la compra de una cajetilla de cigarros. Un dibujante mexicano, Juan Bautista Urrutia, es el encargado de la realización. El "Buen Tono" se asocia con la Cervecería Moctezuma de Orizaba y así los personajes de Urrutia, que siempre se meten en problemas, los resuelven fumándose un cigarro, -por supuesto de "El Buen Tono"- o bebiendo una cerveza Moctezuma.
Para principios de siglo ya hay varios semanarios en México que publican historietas y posteriormente, con la renovación tecnológica de la prensa y la introducción de la rotativa que impulsa el periodismo industrial, los diarios empiezan a comprar los derechos para reproducir tiras cómicas extranjeras en sus planas en las que pronto intervendrán también autores mexicanos que en no pocas ocasiones se basan en series estadounidenses, como por ejemplo "Mamerto y sus Conocencias (1925), parodia de la tira norteamericana "Educando a Papá".
La década de los treintas es importante porque aparecen las historietas desprendidas de los diarios y dentro de revistas autónomas como Pepin y Chamaco, los géneros se diversifican y de su origen cómico empiezan a surgir los héroes, el terror, a ciencia ficción y un género que perdurar hasta la fecha y cuyo éxito no sólo se desbordar en la historieta sino también en la televisión mexicana ańos después: el melodrama.
Pero además encontramos en esta ‚poca el inicio de argumentistas que más tarde se convertirían en grandes industriales del comic. El más claro ejemplo puede serlo Yolanda Vargas Dulch‚. Pero la etapa de oro de la historieta mexicana toca a la década de los cuarentas: Los superlocos de Gabriel Vargas y Los Supersabios de German Butz‚, entre otros ejemplos, dan testimonio de ello. En estos títulos es importante destacar una constante: un solo autor. Es decir, cada número esta concebido, escrito y dibujado por la misma persona, constante que ir desapareciendo en tanto se industrializa la historieta.
La producción industrial, que se refuerza en los cincuentas, traer consigo otro sistema de trabajo en el que el concepto "autor" se desvanece como desaparece el carácter personal de su elaboración. No se trata ya de un argumentista y un dibujante sino de equipos completos que incluyen, como se dijo, un mínimo de cinco personas. Este tipo de producción, si bien es más rápida para responder a la demanda, también resta creatividad, implica repeticiones, anula experimentación y da lugar al conflicto: ża quién pertenece el "producto"?
Es en la década de los cincuentas, precisamente, cuando se ponen los cimientos de las editoriales de historieta, cuando empiezan a formarse las empresas más importantes y cuando se generan los lazos económicos y políticos que se fortalecerán con los ańos y explicarán, en parte, el por que‚ de su fuerza en ámbitos que rebasan a la "cultura popular", al "entretenimiento" o a la elaboración de "monitos".
En esta época varios argumentistas empiezan a despegarse de las editoriales periodísticas para formar las propias. Guillermo de la Parra y Yolanda Vargas Dulch‚ crean en 1955 Editorial Argumentos (EDAR) con el apoyo "moral" y económico de uno de los principales distribuidores de medios impresos del Distrito Federal, don Everardo Flores, nexo que perdurar durante muchos ańos. Y en EDAR nacerán la Doctora Corazón, Memín Pingüín y Lágrimas Risas y Amor por mencionar sólo unos ejemplos.Ese mismo ańo nace Editormex con la llegada del italiano Severo Torelli -padre de los actuales dueńos- y la publicación en México de El pequeńo sheriff que logra tirar entonces 250 mil ejemplares a la semana. Unos ańos antes (1950) el director de La Prensa, Luis Novaro, había fundado Editorial Novaro para dominar el mercado de aquellos tiempos. żCómo? Adquiriendo los derechos de diferentes comics, propiedad de las agencias (mal llamadas sindicatos) estadounidenses y llenando los puestos con sus revistas de Walt Disney y Hanna Barbera. El mercado mexicano se ve gravemente afectado: por 45 comics de origen extranjero hay sólo una decena de mexicanos.
Publicaciones Herrerías de Novedades (cuna de cientos de historietistas) que ya había lanzado su Libro semanal decide contrarrestar la situación por medio de historietas "realistas" frente a la fantasía de Disney, y da a luz su Novela Policiaca en tanto que EDAR arranca con eserealismo-hablado del dibujo y fortalece el género melodramático.
Editormex, a su vez, responde al comic estadounidense con la historieta de tipo caricatura pero "nacional" como Hermelinda Linda y Capulina.
La competencia entre las editoriales genera amarillismo, pornografía, terror y violencia. Nuevas modalidades surgen para ganar mayor mercado, así como las "minis" que lanza EDAR con doble ganancia: producción a menor costo y redituabilidad veloz, además, cabe mencionar que para entonces Antonio Gutiérrez ya había introducido el medio tono lo que implica impresión mucho más económica.
En los sesentas, el autor de Kalimn, Modesto Vázquez, traslada su personaje del radio al comic y funda Promotora K. Al mismo tiempo se crea una de las editoriales que hoy ocupan un lugar importante en el monopolio del medio: Editorial Ejea, fundada por la misma familia a la que pertenece uno de los despachos de distribución de la también monopólica Unión de Voceadores, que viendo a través de la circulación el "Exito" mercantil de la historieta, la abordan de manera masiva.
Al margen de la industria, en esta d‚cada, nacen dos historietas clásicas en México: La Familia Burrónn de Gabriel Vargas, que aún se publica para fortuna de sus seguidores Así, de los cincuentas a la fecha, la de la historieta es una industria consumada: 500 millones de ejemplares producidos al ańo, más de la mitad del papel destinado a la industria editorial absorbido por el comic y hasta 1984-1985 una derrama económica mensual de hasta 1250 millones de pesos.
Sin embargo, son muy pocas las editoriales que pueden dedicarse a producir historietas. Y para entenderlo hay que tomar en cuenta la distribución. Para que un distribuidor acceda a circular una historieta exige como mínimo un tiraje de 10 mil ejemplares, pero para que ésta sea "negocio" debe alcanzar tiros que fluctúen entre los 60 y los 100 mil ejemplares, de lo contrario tienden a desaparecer. Y como es de imaginar, muy pocas editoras pueden soportar ese ritmo y competir con el pequeńo grupo de empresas que tienen capacidad económica para lograrlo y pagar el 40 por ciento de derrama que corresponde a los distribuidores por número. De ahí que de cada 8 ˘ 10 revistas que salen a la venta permanezca una en promedio; de ahí que pocos editores se lancen a la aventura de producir historieta en México y de ahí, la dificultad y casi imposibilidad en estas circunstancias para quien piensa hacer historieta independiente.
Se puede decir que hay más de 50 editoriales que producen historieta, pero de ellas sólo un peque&ntres que se venden mensualmente, el 80 por ciento pertenece a este grupo que destina a su vez, el 60 por ciento de su producción a provincia y el 40 por ciento al Distrito Federal sin incluir las exportaciones que día a día aumentan principalmente para la población de habla hispana en Estados Unidos.
La historieta, en este contexto, representa para estas empresas poder no sólo económico sino cultural y político. Sin embargo, es difícil hablar de estas editoriales en general puesto que cada una tiene sus orígenes y una idea muy particular no sólo de lo que es la historieta sino del público que la consume. Una de ellas, quizá la más antigua, es Novedades Editores. La empresa ha explotado lo que puede considerarse como otro género de la historieta, la llamada "novela ilustrada" pero que pertenece a la misma familia dadas sus características gráficas y narrativas. Estas publicaciones son las que mantienen los más altos tirajes en la industria: El Libro Semanal, El Libro Policiaco, El Libro Vaquero, El Libro Rosa, El Libro Sentimental, El Libro Pasional... Con estos "libros" Novedades -que en otras ‚pocas publicó el celebre Chanoc de Pedro Sapiain y Angel Mora- sostiene a toda la empresa; la historieta constituye el 80 por ciento de su capital y la posibilidad de publicar su diario y sus revistas femeninas. Pero el que Novedades sea hoy en día una de las empresas más poderosas del monopolio de la historieta no sólo se debe a la historieta sino a los vínculos que tiene con otras empresas y el poder económico que detentan hoy sus propietarios en diversas vertientes. No hay que olvidar que los principales accionistas de Novedades son a su vez, las mismas familias dueńas de Televisa y que controlan importantes estaciones radiofónicas como la XEW, la XEQ y la XEX.
Y estos vínculos eminentemente políticos y económicos de Novedades con Televisa, no pasaron desapercibidos para el lector de historieta.
En efecto, algunos veteranos de la industria se enorgullecen en asegurar que a partir de los sesentas la historieta mexicana aplastó el mercado de comics estadounidenses que a través de Novaro (hoy quebrada) mantuvieron su reinado en los cincuentas. Pero si bien ese tipo de historietas no es ya el que abarca el mayor público, la tendencia a difundir el american way of life no es ya privativo de las series importadas que transmite la televisión. Esta tendencia circula también, por mencionar un ejemplo en las series del Libro Policiaco: Chicago North Brigade, Golden Gate Police Division, New York Central Park Police Station, Miami Port Investigation y New Orleans Metropolitan Squad. Estas series, que superan los 800 mil ejemplares semanales, despu‚s del Libro Vaquero que tira más de millón y medio en ese lapso, son las más leídas en México.
En ellas no sólo el título sino las calles los letreros, los nombres de los protagonistas e incluso los créditos deben, por regla de la empresa, estar en inglés y ambientarse en Estados Unidos. Y ni siquiera sus argumentistas pueden acreditarse con su verdadero nombre porque otra norma es buscar un seudónimo anglosajón: el argumentista Juan Díez firma como John Ten y así sucesivamente.
żPor qué? A la pregunta, uno de los editores responde: "Todas las ambientaciones son norteamericanas. Fíjese usted en las revistas mexicanas policiacas, son corrientes (el subrayado es nuestro) precisamente por la actuación de la policía mexicana.
La ambientación en Estados Unidos es mucho más atractiva, sólo piense usted en una vedette mexicana y una de allá ésta última no vive en la miseria, vive en suites lujosas, de igual manera la policía también es distinta: en las películas mexicanas puro gordo, botijón y chaparro -debían traerse actores extranjeros-; en cambio la televisión presenta cosas bellísimas en sus series policiacas gringas".
- Pero eso es ajeno a la realidad del país.
- Sí -dice- es triste, pero hay que darle al público la sopa de su propio chocolate.
El éxito de las publicaciones de Novedades también rebasa fronteras. El 5 por ciento de sus productos son exportados a Estados Unidos y otro tanto a Centro y Sudamérica. Para ello cuentan con distribuidores en las fronteras y agentes en el interior de la República que se encargan en exclusiva, de hacer circular sus revistas.
Otra de las empresas más importantes es el grupo de las editoriales Ejea, Proyección y Nueva Era, cuyos propietarios, como dijimos antes, se iniciaron en la Unión de Expendedores y Voceadores de Periódicos y Revistas, nexo fundamental que aún continúa.
Ejea, como el Grupo Vid, es una empresa familiar. Jaime Flores -quien había trabajado durante 15 ańos en Edar (de Vid) que a su vez, fue fundada con todo el apoyo económico de don Everardo Flores Sahagún- lanza como primer título de Ejea la historieta Espejo de la vida que aún se publica.
Y en menos de dos décadas Ejea se convirtió en una de las empresas más fuertes de la industria.
żCómo? El éxito no sólo se debe a las historietas sino también al capital generado por éstas y a los vínculos tanto como el despacho de distribución como los que sostiene con negocios no menos poderosos como Vid.
La familia cuenta hoy en día con el despacho, con Ejea y dos editoras de historieta más antes nombradas, además de una distribuidora, Codiplyrsa, que se encarga de distribuir sus publicaciones y las de empresas-cliente en el interior. Y dos negocios creados en sociedad con Vid: Editorial Game S.A. y Talleres Rotográficos Zaragoza, en donde imprimen sus propios productos.
El grupo llega al público con cerca de 20 títulos como Yo Acuso, Desastre, Sensacional de Policía, Sensacional de Vaqueros, Sensacional de Luchas, Sensacional de Fútbol, El Dragón Karateka, Espejo de la Vida, Ilusiones, Secretos del Alma, Reto a la Vida, Grandes Novelas y Grandes Personajes y otros que publica de acuerdo con otras empresas como Menudo, Alegría juvenil. Dentro de esta variedad de temas, el fuerte de Ejea en los últimos ańos ha sido la adaptación al comic de la nota roja periodística. Los grandes accidentes como el de San Juanico han pasado por sus páginas así como los grandes delincuentes, tal la serie especial que editaron sobre la bibliografía de Caro Quintero. Con Grandes Novelas y Grandes Personajes Ejea cubre la vertiente "cultural" del negocio haciendo adaptaciones de la literatura clásica Aunque eso sí, diría uno de los editores "la hemos modificado al gusto del público para que no llegue tan elevada".
A partir de esta afirmación cabe hacer un paréntesis en el sentido de que la mayoría de los editores se refieren a su público en términos de "clase baja", "humilde", "inculto".Este desprecio a priori, explica en parte el contenido de nuestras historietas. Tomando al azar un título de Ejea encontramos "Amé a un cadáver" de la serie Secretos del Alma publicado en febrero de 1987. En esta historieta un chofer de taxi se introduce a un convento y bajo cualquier pretexto se hace acompańar a la biblioteca por una monja joven: "Era fatalmente cierto. Eran las 7 y 19 del fatídico 19 de septiembre de 1985. La tierra temblaba furiosamente, como si quisiera sacudirse todo de encima... a pesar del crítico momento los ojillos lujuriosos del sujeto se clavaron en las carnes de la religiosa..."
La violación es siempre visible cuando se trata de choferes, albańiles, obreros y jardineros. Cabría preguntarse cómo inciden estos contenidos en las prácticas sociales de un pueblo y una sociedad tan reprimidos sexualmente. Porque en la mayoría de las historietas se han reforzado en los últimos ańos de la crisis los temas amarillistas, la nota roja amplificada por las imágenes y los desastres naturales como el terremoto, los incendios, la erupción de volcanesacompańados de la violencia y la pornografía. Y por supuesto, como en las telenovelas, el sesgo policiaco empieza a ganarle terreno al siempre exitoso melodrama en las historietas. Otra empresa eminentemente familiar que empezó como editora de historietas y que hoy constituye uno de los grupos económicos más fuertes del país es VID.
Nació como Editorial Argumentos con el matrimonio De la Parra Vargas Dulch‚ en los cincuentas, y ańos después cinco hijos se incorporaron al consorcio manejando las distintas empresas que, gracias a la historieta, operan en diversos campos de la economía. Lágrimas Risas y Amor, Memín Pingüín, Yesenia, Rubí, Gabriel y Gabriela y otros títulos y personajes que lograron introducirse en la vida de millones de lectores por medio de las revistas primero y después mediante las pantallas televisivas y el cine, no se detuvieron ahí. Al transformarse Edar en una millonaria empresa surgieron otras tres editoras como Editorial de la Parra, Publicaciones CITEM, Editorial Manelick de la Parra y Editorial Vid. Al poco tiempo, nacerían Publicidad P.L.P. y Productora Novedades para después asociarse con Ejea y abrir los ya mencionados Talleres Rotográficos Zaragoza y Editorial Game S.A. Los nexos entre editores y distribuidores empezaban a consolidarse mientras continuaba el crecimiento ahora hacia el exterior del país con Editorial Argumentos-Espańa con el objetivo de lanzar en ese país las revistas de mayor éxito en México.
Y en tanto la gente seguía envuelta semana a semana con los amores, las lágrimas, las risas, las desgracias y las glorias de los personajes, Vid se expandía al rea inmobiliaria con tres empresas: Inmobiliaria de la Parra, Constructora Parva S.A. e Inmobiliaria Montejo, S.A. Además, sobre Avenida Cuauhtémoc nacía la Torre Vid para dar cabida al creciente personal y a las oficinas de todas las empresas que pertenecen a este grupo y cuyos únicos accionistas son los miembros de la familia. En el área turística cinco son las empresas que forman parte del grupo; destaca Hotelera Krystal, que cuenta hasta ahora con tres hoteles: Cancún, Ixtapa y Zona Rosa. Los personajes que generaron dichos hoteles no pueden quejarse. Su nombre esta inscrito en lobies, bares y restaurantes de los mismos, aunque los dibujantes que les dieron forma żhan visto subir su nivel de vida como Memín o María Isabel? Seguramente que no.
No es nuestro fin enumerar aquí las 53 empresas de Vid que hasta 1985 surgieron gracias a la historieta, pero sí hacer notar como los alcances del comic rebasan el ámbito cultural.
Y la fuerza de la editorial, con más de 25 títulos semanales, se extiende a otros renglones como el político. Una de las empresas más importantes de Vid actualmente es CITEM, distribuidora de publicaciones periódicas en el interior de la República y el extranjero que, según su director Jorge Velasco "es la más fuerte en Latinoamérica". Simultáneamente, Jorge Velasco fungió como uno de los dos representantes de la "opinión pública" ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, instancia de la Secretaría de Gobernación que dictamina si una publicación debe o no circular. Otro nexo, fundamental.
El reconocido oficio de Yolanda Vargas Dulch‚ -pionera en el medio- para escribir argumentos de historieta y un equipo que ha logrado reunir a experimentados dibujantes y guionistas de la industria, aunado al capital con que cuenta incluyendo impresora y distribuidoras propias, han hecho posible que los títulos de Vid lleguen, según uno de los ejecutivos, al 45 por ciento de la población. Pero las historietas no sólo son leídas por el público en México sino que, en ediciones semanales, quincenales o mensuales llegan, como se dijo antes, a Espańa, y desde 1980, cuando se creó en combinación con renombrados editores sudamericanos una filial en Colombia para editar los productos mexicanos, circulan en los países del pacto Andino, es decir Perú, Venezuela, Colombia y Brasil, además de Estados Unidos donde los hispanoparlantes reciben puntualmente los productos de esta editorial.
Y mientras algunos títulos llegan a Japón, Memín entra a Filipinas; Lacrime, Sorrisi e Amore, a Italia. Y Love and Tears a Estados Unidos.
La cantidad de títulos que tira Vid semanalmente incluye desde el género melodramático hasta temas de terror, aventura, ficción, religión (Minimilagros y Su nombre es Jesús entre otros) y violencia urbana como Casos de la gran ciudad, Archivo Criminal y otros que pertenecen al género, de nuevo, de la nota roja y que mediante tirajes hasta de 70 mil ejemplares cada siete días hacen de la violencia y el sexo ganancia a corto plazo.
La historieta seriada, que recuerda a la novela por entregas del siglo XIX y que garantiza un público cautivo de larga duración, ha sido el fuerte de Vid y también de su principal argumentista, Yolanda Vargas Dulché. Por eso la citamos aquí. La historieta para ella "es el eco de la inquietud vibrante de una clase social que no tiene forma de expresarse; la interpretación de sus sueńos y esperanzas; la risa espontánea y sincera, la lágrima y el suspiro de una mente atormentada; las ansias de los desarraigados que buscan una luz y una satisfacción mínima en medio de su existencia llena de angustias".
Al principio del texto se dijo que la historieta mantiene la capacidad de lectura de un 61 por ciento de la población que es analfabeta funcional. Esto, cabe aclarar, no significa que sólo el analfabeto funcional lea comics; su público es diferenciado y habría que estudiarlo a fondo para conocer sus verdaderas espectativas y qué es lo que lo conduce a este medio tan demandado en México. Hay editores que se lanzan a responder estas interrogantes como lo es Modesto Vázquez Autor de Kalimán "El hombre increíble". La función social de la historieta, dice "es el entretenimiento, la recreación, que el lector satisfaga su ansiedad de ser motivado para gozar en forma fácil y sin complicaciones, de una evasión temporal de las permanentes presiones del trabajo, el estudio y la disciplina social; que ese disfrute lo reciba de un efecto estético elemental, sintener que convertirse en un decodificador de esoterismos formales y abstrusos; en fin, que el goce no est‚ limitado por temores de culpas antiestéticos inculcados por intereses espurios".
Para Promotora K, Kalimán significa el 70 por ciento del capital de la empresa. Y cómo dudarlo si "el hombre increíble" llegó a tirar dos millones de ejemplares a la semana en 1982. El "éxito" de esta historieta hizo posible la formación de dos editoriales más: Racú y Racan donde también Modesto Vázquez es accionista mayoritario; sin embargo, en el caso de este consorcio son tres títulos los que generan más utilidades que todos los demás juntos: Kalimán, Águila Solitaria y Fugitivo, los cuales también llegan a Estados Unidos (Chicago y Los Angeles principalmente) y Sudamérica.
En sus 22 ańos de vida, Kalimán ha llegado hasta los rincones ms apartados del país a través de 80 radiodifusoras y se ha trasladado dos veces a la pantalla cinematográfica gracias a la Promotora Kali-Films, empresa que, como otras, ha nacido de los capitales generados a raíz de la radionovela y principalmente de la historieta.
El autor del héroe, sin embargo, atribuye el éxito de éste a que "reúne todas las cualidades esenciales que los seres humanos tienen en un rinconcito del alma". żPor qué se lee tanto Kalimán, qué hay en este personaje que conoce todos los secretos de la metafísica, los conocimientos científicos, que domina las artes y posee facultades hipnóticas? żQué atrae tanto al público? Es una de las tantas preguntas que cuya respuesta se requiere, como decíamos antes, de un estudio interdisciplinario y de una investigación, a fondo, de los lectores. Porque nos negamos a compartir la idea que Modesto Vázquez tiene de su público: "El grado intelectual del que lee historieta no le da para más que no sea para entretenerse. La profundidad de cualquier mensaje no es recibida igual por una persona con un poquito de cultura que por el gran público al que llega la historieta que es de intelectos limitados".
Si así concibe Vázquez a los lectores, idea que no diverge mucho del resto de los editores consultados żCon qué criterios producir sus historietas? Ahora bien, no todos los historietistas mexicanos trabajan para la industria ni todos los que trabajan para ésta poseen el mismo nivel. Hay argumentistas y guionistas cuyo talento, sin embargo no ha podido desarrollarse o expresarse dentro de editoriales a las que se han visto sometidos a obedecer cánones establecidos en favor de la lógica de la ganancia fácil y rápida. Y aunque para hablar de la situación del historietista en México sería necesario otro capítulo completo, el hecho es que sus condiciones laborales también son un factor importante para explicarse el poder económico de los editores.
En efecto, las editoriales trabajan con dibujantes y guionistas a quienes extienden el recibo por sus trabajos a cambio de que cedan sus derechos de autor a la editorial. Dibujantes y argumentistas asalariados cuyo ritmo de trabajo implica de 10 a 12 horas diarias de labor incluidos sábados y domingos para poder entregar hasta 70 y 90 cartones a la semana. Así, sin derechos de autor, sin prestaciones ni regalías y vetados para conocer el "éxito" de sus trabajos, hay entre 2 y 3 mil profesionales de la historieta en México cuyos honorarios representan, como dijo el gerente de una editorial "un gasto menor para la empresa". Y cada una de las editoras principales emplea de 150 a 200 argumentistas y dibujantes con carácter de free-lance, sin contrato y sin una organización sindical que defienda sus derechos. Historietas independientes las hay y podemos mencionar a Galimatías de Guadalajara o Bronca, revista que produjo la Asociación Independiente de Historietas.
Desafortunadamente,estos títulos no son leídos por el lector habitual de historieta y se pierden en un mar de publicaciones. Asimismo hay excelentes historietistas fuera de la industria como El Magú, Fisgón, Roche, Ahumada, Helguera, Palomo o Ulises, entre otros, que tampoco llegan al gran público. Y es que, como dijimos y ante la situación que priva en el medio, cualquier plan para editar de manera independiente se topa frente a la incapacidad para competir con el monopolio y ante condiciones de distribución demasiado altas, mientras que el gobierno, después de su incursión en la historieta a principios de esta d‚cada con títulos como México, historia de un pueblo, no ha vuelto a abordar este medio de comunicación cuyas características ofrecen tantas alternativas.
Resulta paradójico que ofreciendo tantas posibilidades gráficas y narrativas la historieta en México ofrezca pocas opciones a sus lectores, como resulta paradójico que a pesar de encontrarse a diario en las vińetas ni los argumentistas y dibujantes conozcan a su público ni ésta sepan cómo trabajan los primeros. Y en medio del desconocimiento y en tanto no surjan otras opciones y un publico de historieta exigente que reclame contenidos a su altura, el negocio de las emociones seguir en manos de un imperio cuyo reinado lleva ya más de medio siglo gobernando, en silencio, los hábitos ulturales de millones de mexicanos.
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